¡Socorroooo! He escapado de la cocina porque el tema desayuno puede conmigo. Mi hija mira el zumo como si fuera una serpiente venenosa y tarda tanto en tomárselo que se va a volver de color verde (por cierto, eso de que se evaporan las vitaminas es una leyenda urbana? Decidme que sí, por favor, porque para mi sería un desahogo muy grande). Mi hijo Gabi lleva 1 hora de reloj (¡1 hora!) delante de la leche y no se la termina. ¿Qué hago? ¿Qué hacéis?
Bueno, ya me he desahogado un poco así que ya puedo dejaros algunas ilustraciones de abecedarios (si Mateo me deja porque le tengo en brazos y es imposible teclear con dos manitas adicionales aporreando el teclado) que me han encantado. A ver si dentro de poco puedo enseñaros el mío.
♥♥♥
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