Jaime lleva diciéndome varios días que tenemos que hacer "declutter", lo que quiere decir en el lenguaje de mi madre "darle una vuelta al garaje y tirar los trastos", y la verdad es que tiene razón. El maestro zen de mi marido, Leo Babauta, lo recomienda, limpiar de trastos la casa es algo que purifica. Yo tengo que hacerlo con mi taller de pintura pues reconozco que es un auténtico desastre. Jaime cada vez que entra no da crédito "¿Y tú decías que eras ordenada?" y yo lo miró con expresión de incredulidad pues a mis ojos todo está en su sitio. Pero la verdad es que ahora que he vuelto de vacaciones y lo he observado con ojos nuevos, está hecho una pena.
Aquí van unas cuantas reglas que he encontrado en el blog Heart Handmade UK para ordenar el taller:
- Ponte un cronómetro y dedica cinco minutos a tirar cosas inservibles.
- Limpia los cajones o armarios o estanterías.
- No compres ni un solo lápiz/boli/rotulador/cuaderno más. Cuánta razón tiene, prometo no comprar ni un solo bote más de lápices de Ikea, ni ningún cuaderno más. A ver cuánto tiempo tarde en romper la promesa.
- Despeja y limpia la mesa. Upps, también es para mí, ya no se ve la madera de la de cosas que tiene encima. Esta llena de botes de cristal vacíos, ¿por qué?
- Limpia las paredes. Este no es mi caso, pues las tengo demasiado blancas, debería decorarlas un poco.
Una caja para el reciclaje
Una caja por si se puede donar algo para vender en el rastrillo de la iglesia.
Una caja para ebay o alguna tienda donde vender cosas de segunda mano
A ver si consigo el orden que recomienda Leo Babauta para poder seguir pintando.
Besos, muaaaaaaaaaaackk
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