Mis hijos acaban de terminar sus clases! Qué contentos están. Yo no sé si estoy contenta o triste, no sé lo que me pasa. Esta mañana estaba bastante triste, "otro año más que se pasa volando" pensaba. El hecho de que vuele el tiempo así me pone triste porque veo como se van haciendo mayores y... no sé. No quiero que crezcan. Pero he conseguido controlar esa vena mía melancólica y he dado paso a mi vena práctica: "Es mejor que pase el tiempo así, rápido, sin contratiempos, porque eso significa que todo va bien." Y ya estoy mucho mejor. Prefiero concentrarme en el verano que tenemos por delante. Este año voy a estar con ellos todas las vacaciones porque he cogido excedencia para cuidar de Mateo, mi bebé de 4 meses, y va a ser una gozada. No quiero ni pensar lo que haré cuando vuelva de nuevo al trabajo. Qué haré con los cuatro niños el mes de julio? Esa gran pregunta que todas las madres trabajadoras nos planteamos con pavor. Pero este año voy a aprovecharlo a tope para disfrutar con ellos y estar tranquilos y sin reloj. Ésa es la clave. Sin reloj. Llevo todo el año agobiandoles con el tiempo, tengo complejo de conejo blanco de Alicia "llego tarde, llego tarde". Que si te des prisa en el desayuno, que corras al salir del cole porque hay que ir a tenis o a natación, que cenes rápido porque hay que irse a la cama pronto para madrugar. Qué agobio! Por fin voy a poder desayunar con ellos tranquilamente, y tener todo el día por delante. Aunque es curioso como a medida que te haces mayor se acorta el tiempo. Cuando era pequeña, los días de verano se hacían laaargos, sobre todo la hora de la siesta, y ahora se me pasan volando. Sin apenas darme cuenta me veo ya en septiembre llevando a mi peque de 3 añitos por primera vez al cole. Glup, ahí sí que voy a llorar.
Aquí os dejo un boceto que he hecho.
Espero que os guste.
Muaaackkk
No hay comentarios:
Publicar un comentario