Aquí os dejo la ilustración que he hecho hoy. Ayer por la tarde lo empecé porque necesitaba un ratito de "creatividad al máximo", como llama mi padre a los momentos en los que nos ponemos en la "guardilla" de su casa con los niños a pintar, a recortar, a colorear... y dejamos nuestra imaginación volar muy lejos. Qué momentos tan maravillosos pasamos, y ya queda poquito para ir en verano y seguir disfrutándolos (verdad, papi?). El caso es que desde el sábado Cayetano está malito de la tripa y ayer se unió a la enfermería el pequeño Gabi. Me pasé el día ayudándolos en el baño y por la tarde no podía más, sentía que iba a explotar. Así que los que estábamos sanos nos sentamos en la mesa gigante de la cocina a jugar a creatividad, como dice Gabi, y nos pusimos a pintar. Yo abrí una revista al azar y aparecerió esta foto. Me enganchó y me puse a dibujarla. No pude terminarlo por razones obvias pero esta mañana decidí tomármelo con calma y dedicar la mañana a cuidar a los peques y a terminarlo. Necesitaba relajarme, en serio. Ver a los peques malitos, con un dolor de tripa tremendo, vomitando, con diarrea, metidos en casa sin poder salir ahoga a cualquiera. Y el dibujo me salva del aburrimiento, porque voy a ser sincera, a parte de estar preocupada, aunque no les pase nada, también me aburro. Ellos se han pasado la mañana jugando al ipad, escuchando música, tumbados, y yo he encendido la radio, como hace mi madre cuando está en casa, y me he puesto a dibujar con ellos. De vez en cuando se oía mi voz que decía "bebed medicina!" y ellos lo hacían. Y después, retomábamos nuestras labores. A pesar de que han estado malitos, han tenido buena mañana, menos mal, y yo he podido descansar, porque llevo sin dormir desde el viernes. Ni lavadoras, ni aspiradora, ni plancha ni nada. La casa puede esperar y, para bien o para mal, el polvo no se va a ningún sitio, verdad?
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